La jueza federal Cristina Garzón de Lascano, titular del Juzgado en lo Criminal Federal Nº 3 de Córdoba, dispuso el procesamiento con prisión preventiva del ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, en una causa en la que se investiga el secuestro de un matrimonio y la apropiación de un menor, ocurrido en 1976, considerados delitos de lesa humanidad.

En la causa también fueron procesados con prisión preventiva los ex militares Hermes Oscar Rodríguez, Luis Gustavo Diedrichs, Héctor Pedro Vergés, Jorge Exequiel Acosta, Ernesto Guillermo Barreiro, Luis Alberto Manzanelli, José Hugo Herrera, Carlos Alberto Díaz, Luis Alberto Cayetano Quijano y Carlos Alberto Vega, y los ex agentes civiles de Inteligencia Arnoldo José López, Héctor Raúl Romero, Emilio Morard, Ricardo Alberto Ramón Lardone.

También dispuso el embargo sobre los bienes de los procesados hasta cubrir la suma de $200.000 por cada uno de ellos.

Los hechos investigados ocurrieron el 26 de marzo de 1976, cuando Daniel Francisco Orozco y su mujer, Silvina Mónica Parodi de Orozco, que estaba embarazada de seis meses aproximadamente, estando en su domicilio particular, en el Barrio de Alta Córdoba, se habrían hecho presente en el lugar integrantes del Grupo Operaciones Especiales (O.P.3) del Destacamento de Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, quienes, tras ingresar violentamente, sin orden judicial de allanamiento, habrían comenzado a golpear a la pareja.
 
Reducidas las víctimas (ambos militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores), habrían sido trasladados hasta el centro clandestino de detención “La Perla”, donde ambos habrían sido sometidos a constantes torturas físicas y psicológicas, según se destaca en la resolución.

Agrega que Parodi y Orozco habrían permanecido cautivos en condiciones infrahumanas durante un tiempo indeterminado, y luego habrían tenido diferente suerte. Probablemente, en abril de ese año, Orozco habría sido “trasladado”, es decir, sacado por personal del OP3, para luego ser asesinado en las inmediaciones de “La Perla” y sus restos ocultados, a los fines de que nunca sean encontrados.

En tanto, Parodi habría sido llevada hacia el Establecimiento Penitenciario de Mujeres “Buen Pastor”, donde una vez nacido su hijo, personal militar habría sustraído al menor, desconociéndose a la fecha su destino, como también el estado civil ficticio que, en virtud del desapoderamiento con su familia biológica, se le puede haber atribuido.

Alrededor de junio del mismo año, Parodi  habría sido “trasladada”, es decir –sufriendo igual derrotero que el que ya se habría impuesto a su marido- llevada por personal del OP3 a las inmediaciones del campo “La Perla”, para luego ser asesinada y ocultarse sus restos.